27 oct 2007

Luna


Inmaculada y bella fantasma
Que vigila lejana mis pasos
Viendo la sangre que derramo
Por aquella falsa ilusión.

Luna brillante, Mi dama blanca
Tan cambiante como mi propio reflejo
Me haz hecho a tu semejanza
Y riges mi historia a tu convenir.

A veces muestras tu cara
Llena de esperanzas para mí,
Luego de a poco te ocultas,
Juegas con mi sufrir.
A instantes prefieres cambiar
En algo que nadie pueda imitar
Y esbozas una sonrisa burlona
Para arrebatarme luego la tranquilidad.

Mi bella luna de plata
Por nada dejaré de adorarte
Aunque te lleves toda mi sangre
Eres parte de mi existir.

1 comentario:

Amnesia dijo...

Me gusta mucho como escribes. Un saludo.