19 nov 2007

Desde Santiago...


Habían tantas luces allá abajo
cada una de ellas alumbraba un pedacito de Santiago
eran tantas, tantas luciérnagas
que vigilaban de cerca las vidas que abajo transcurrían inciertas.

Las miraba quieta desde el cerro
e imaginaba lo que bajo ellas estaría aconteciendo
cuanta gente que transita allá lejos
cuantas cosas de las que me estaría perdiendo.
Las vi a ellas, del tamaño de una hormiga
y fue tan divertido sentir lo pequeñas que eran
jugaba a ser Dios en mi imaginación bohemia
y trataba de predecir los pasos de aquellas...

Soñé un instante
miré hacia el cielo cubierto de estrellas
luego vi al suelo, a esas chiquitas luciérnagas
yo estaba en medio de la vida en el mundo
solo yo viviendo cada segundo de lo que pasaba a trastienda
de la vida de Santiago, de la vida de la gente morena
y sentí su aroma, su encanto y su fuerza...

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