19 nov 2007

Entre cuatro paredes

Cuatro paredes como una jaula.
Aquí te llevo, presa, sin libertad te quiero.
No hay más que el silencio de las miradas asesinas,
y el instinto de desnudarte sin consentimiento.
En estas cuatro paredes eres mía;
y te tomo haciendo reverencias contra el suelo.
Ya no aceptaré oposiciones ni reclamos,
ya he tapado tu boca y ahogado tus llantos.

Una pierna a cada lado y a horcajadas te consumo,
sin vida, sin aliento
no me interesa detenerme en lo absoluto.
No hasta acabar con el acto de morir en tus adentros
y de paso hacer que bebas de lo que no alcance a penetrarte y cubrir tus infiernos.

Lame, lame tu orgullo y tu resentimiento
que con tu mirada no me convences del odio impotente,
has tu mejor trabajo de puta entre mis manos
que tal vez sea este el encanto que se alberga en tus engaños...

Entre cuatro paredes te doy la muerte que mereces
y tal vez fornique con tu cuerpo carente de sentido
de amor o algún tipo de cariño...

No hay comentarios.: