24 mar 2008

I

A los ojos que enrojecen
tu mirada marchita
he confinado la vida
en sangre que intoxica.

¡¿Que guardas con tanto celo?!
A la luz de las que se ahorcan;
un par de rastros de averno
en aquella alma rota.


II

Como cuando escupe misa
haciéndo alcance en lo sacro,
no ha de morir cantando
la refulgente palabra de risa...

Cuando en las nubes
se cuelgue
y no haga ecos de vida
la ausencia de mi mano
que mece,
cobrará de aquel
su guarida...

1 comentario:

Dulce__Lokura dijo...

las palabras sobran

me ah gustado tu pagina..

D_L