9 feb 2009

Et verdatis ocultae

Convencido y lejano hace trizas el reflejo de su adiós.
Primitivo, alucinado, miró a través de cristales desnudos
su propia sien entumecida.
Orbes de tierra plasmada en su lengua envenenada.
Amarrado sea Dios en el sofisma de su boca.

Tú, mortalmente sencillo y ordinario
cabeza baja contengo tu craneo pesado de culpa.
Planeo sin cesar por el cielo de tu historia -sola historia-
mirando la luna de sangre pasar por detrás.

Moriré tres veces más en luna llena,
pleno ritual de San Juan amarillo e inventado
lloraré sin tanta larga tu última espera
para cuando veas los cristales en la tumba de tu azul
de lotto.

Et verdatis ocultae
en tus ojos rotos.

1 comentario:

Nephalin dijo...

Hola; agradecido por que compartes con nosotros tus poemas y letras que me encantan, tal vez porque veo el mundo de una manera parecida a la tuya jajaja...
Me gusto mi verdad oculta además que me encanta el Latin de hecho me encanta la literatura e historia del derecho romano.
Que puedo decirte solo que todos llevamos una verdad oculta en lo profundo de nuestro ser...
Saludos afectuosos
bye..