19 nov 2007

Confesiones de un Pederasta (Parte II)

¿Cual es el pecado de un ángel que viene a la tierra bajando?
sin duda el haber nacido bello y encontrarse a un tipo como yo.
No hay mas engaño ni lamentos
sólo queda el arrepentimiento de haber actuado con los impulsos del cuerpo
que ya no cabía en sí para demostrarte mi amor secreto
mi pequeño laúd forjado a mano divina
inmaculado e inocente, pequeño de infancia perdida en mis manos,
la cual atesoro con mi propia vida.
Dame un segundo en esta tierra bendita
que al arroparte entre mis sábanas me regalas luz y sinfonías
tan perfecta imagen tendida que yace de costado
déjame besarte antes de que me niegues esos labios...
Si fueras mi hijo no me lo perdonaría
pero el amor es ciego, y a mí me tocó al encontrarte aquel día
déjame contemplarte e imaginar que me dices mil cosas
mientras mis manos se llenan de tu dulce cuerpo de niño
que va camino a ser el hombre que deseo en tu nombre...

Boletos para el sur,
al sur de tu cuerpo
corre el tren de mi boca directo a ese paraíso
que de sólo imaginarlo tiembla mi frágil esencia
no quiero que despiertes amado mío,
regálame un poco de tu sabia, al sur de tus despertares.

¡HORROR
!gritaste despavorido,
sentiste mis recorridos
temblaste con miedo de estar conmigo,
¿Dios mío, que he hecho?
borra esa mirada mi amor,
no quiero dañarte ni un cabello
¡¡por favor!!
tranquilízate y vuelve a mis brazos
que si estas lejos no lo soportaría jamás
pequeño de piel suave, y lamentos eternos...

No hay comentarios.: