19 nov 2007

Silencio Mortal


Silencio mortal combinado con ojos fríos y vacíos.
Todo en este cuarto invoca la muerte más desesperada,
incluyendote a ti.
De las paredes se desprenden gritos desgarradores
que se guardan en cada ladrillo
como si fueran testigos sordos y mudos de lo que tal vez aconteció.
Sólo puedo imaginar cuantas miles de veces ese silencio se hizo muerte.
Cuántas veces tu alma ponzoñosa se regocijó con sangre ajena.
¿Cuántas...?
Si este rincón en el cual me encuentro temblando huele a traición y humedad de miedo.
Entre las sombras ya nada más se divisa.
Ni siquiera sé que más me ha de importar después.
¡¡Ni siquiera sé si habrá un después!!
Tantas cosas que no hice y hubiera querido,
ahora que no vale la pena la vida te pasa como un flash.
Si esto es un estilo de purgatorio terrenal
entonces tu debieras ser el verdugo que me viene a juzgar
y a dar condena mortal.
Siento... siento arrepentimiento,
pero a la vez siento que debiera haber vivido más.
Que paradoja más insulsa,
si por mis malos actos he de morir con hierro frío
ante los ojos expectantes de quienes fueron mis víctimas.
¡Bah!, ahora que caso tiene sentirse arrepentido o con miedo,
más me vale desprenderme antes de que venga por mí.
Ese silencio mortal avanza lentamente,
me cubre los ojos con vendas salpicadas de sangre
se siente el frío glaciar...
y tu bala atravesándome las entrañas.
La muerte ha llegado ya.

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